Has trabajado duro todo el año: no ha pasado ni una sola semana sin acudir a tu entrenamiento y te has ido superando día a día. ¿Vas a tirar a la basura todo lo que has conseguido durante estos meses de esfuerzo y constancia? Te recomendamos que mantengas cierto nivel de actividad física durante el verano, aunque sea menos intenso que en invierno. Esto te servirá para no perder los logros que has conseguido y por los que has estado esforzándote.
1. Mantén tus logros alcanzados
El esfuerzo y la constancia que has puesto durante el año no deben ser en vano. Mantener una rutina de ejercicios, aunque menos intensa, ayudará a preservar tus progresos y a mantener tu forma física. Hacer una pausa completa puede llevar a una pérdida de fuerza y resistencia, lo que puede ser desmotivador cuando decidas retomar tu entrenamiento con la misma intensidad que antes.
2. Compensa los excesos alimenticios
En verano, salimos más y nos permitimos más caprichos ‘poco sanos’. Las barbacoas, los helados y las bebidas refrescantes pueden incrementar tu consumo de calorías y grasas. Seguir con tu entrenamiento te ayudará a quemar esos excesos y a mantener un equilibrio en tu alimentación. Además, el ejercicio regular puede ayudar a tu digestión y a mantener un metabolismo saludable.
3. Complementa tus actividades estivales
Aunque en verano estamos más activos y hacemos más actividades, estas no son comparables con un entrenamiento específico. En Sano defendemos los hábitos saludables como caminar, usar la bici en lugar del coche o subir escaleras en lugar de usar el ascensor, pero es necesario complementarlos con un entrenamiento que optimice y mejore nuestra calidad de vida. Un buen plan de ejercicios te permitirá aprovechar al máximo tus actividades al aire libre.
4. Mejora tu estado de ánimo
Además de los beneficios físicos, entrenar regularmente mejorará tu estado de ánimo, tu concentración y tu rendimiento. Un cerebro más ágil reacciona con mayor eficacia a distintos estímulos. En verano, queremos estar a tope, así que no puedes dejar de trabajar tu bienestar mental. El ejercicio libera endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, que te ayudarán a mantener una actitud positiva y enérgica.
5. Evita las agujetas al retomar
Si haces un parón en el entrenamiento, cuando decidas retomarlo, tu cuerpo te lo recordará de manera poco agradable. Las agujetas y el dolor te acompañarán durante unos días que te parecerán meses. ¿Te merece la pena pasar por ese mal trago? Continuar con una rutina de ejercicios, aunque sea menos intensa, mantendrá tu cuerpo acostumbrado al esfuerzo y evitará este incómodo reinicio.
6. Mejora tu sueño
Con el calor, a veces cuesta conciliar el sueño. El ejercicio físico regular tiene un efecto relajante (además de revitalizante) que te ayudará a dormir mejor. Hacer ejercicio reduce los niveles de estrés y ansiedad, lo que facilita un sueño más profundo y reparador. Una buena noche de descanso es fundamental para disfrutar plenamente del verano.
Mantente activo este verano y disfruta de todos los beneficios que el entrenamiento regular te ofrece. ¡Tu cuerpo y mente te lo agradecerán! Seguir estos consejos no solo te ayudará a mantenerte en forma, sino que también mejorará tu bienestar general y te permitirá disfrutar al máximo de la temporada estival.