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Cuando hacemos ejercicio físico y queremos mejorar o alcanzar ciertas metas, tenemos que tener en mente que existen factores que influyen en ello, como puede ser; la rutina, la dieta, la carga en los ejercicios, etc.
Entre esos factores, hoy entraremos a analizar uno que, a veces no se tiene tan en cuenta como se debería, que es el momento del día en el que entrenamos. Aunque parezca mentira, nuestro cuerpo no asimila de igual manera el mismo entrenamiento si lo hacemos por la mañana, por la tarde o por la noche. Si quieres descubrir que diferencias hay entre cada momento del día, para ver cuál de ellos te viene mejor para alcanzar tus metas, te invitamos a que te quedes con nosotros, pues, a continuación, te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre qué momento del día viene mejor para tu rutina de entrenamiento. ¡Empecemos!
¿El cuerpo asimila de igual manera el entrenamiento sin importar el momento del día?
Bueno, tras haber leído la introducción del post ya podrás responder esta pregunta, pero falta por conocer qué la argumenta. Antes de pasar a ver qué argumentos sostienen esta respuesta, queremos destacar que no existe una respuesta universal válida para todo el mundo, ya que puede haber personas que le afecte de diferentes maneras entrenar a una misma hora.
Tras haber realizado esta aclaración, pasemos a ver qué factores influyen y de qué manera en cada momento del día:
–Niveles hormonales: Las hormonas como el cortisol y la testosterona juegan un papel clave en la respuesta al ejercicio. El cortisol, una hormona relacionada con la energía y estrés, alcanza su punto máximo por la mañana, lo que podría mejorar el uso de energía, pero también influir en la fatiga.
La testosterona y las hormonas de crecimiento, que son importantes para la reparación y crecimiento muscular, tienden a estar en niveles más altos en la tarde y en la noche, lo que podría favorecer el desarrollo muscular y la recuperación si se entrena en estos momentos.
–Capacidad aeróbica y fuerza: Los estudios sugieren que la capacidad aeróbica y la fuerza muscular pueden ser ligeramente mejores por la tarde y la noche, cuando el cuerpo está más activo y los niveles de energía son mas altos. Esto es en parte por que el cuerpo ha tenido tiempo de digerir alimentos y acumular energía.
Por tanto, entrenar por la mañana puede ser más desafiante en términos de rendimiento máximo, pero es beneficioso para hábitos de consistencia y activación temprana del metabolismo.
–Fatiga y recuperación: El momento del día en el que entrenas puede influir en como te recuperas. Entrenar por la noche puede generarte dificultades para dormir, ya que el ejercicio aumenta la adrenalina y la frecuencia cardiaca, lo que podría interferir con la relajación. Sin embargo, como hemos dicho antes, esto no le sucede a todo el mundo, pues hay gente que entrena por la noche por que le ayuda a liberar el estrés acumulado de todo el día y consiguen conciliar mejor el sueño.
-Preferencias personales y rutinas: La motivación y el estado mental también varían a lo largo del día. Algunas personas se sienten mas motivadas y con mas energía para entrenar por la mañana, mientras que otras prefieren hacerlo por la tarde o la noche, cuando su estado de animo es más positivo.
También hay que tener en cuenta que hay personas que no tienen casi tiempo libre en su día a día, por lo que tienen que sacar un hueco de donde puedan para poder hacer algo de ejercicio.
¿Qué momento del día es mejor para mí y mi rutina?
Lo prometido es deuda. Llegó el momento de responder la pregunta del pregunta del millón:¿ qué momento del día me ayuda más a optimizar los resultados de mi rutina de entrenamiento? Siguiendo con la distinción marcada en el anterior punto (mañana, tarde y noche), vayamos analizando una por una y viendo los puntos fuertes y débiles de cada momento del día:
-Entrenar por la mañana: Comenzar el día con ejercicio activa el metabolismo, lo que ayuda a quemas calorías durante el resto de la jornada. Además, puede mejorar el estado de ánimo, ya que la actividad física libera endorfinas, lo que ayuda a reducir el estrés y aumentar la sensación de bienestar. También, entrenar a primera hora garantiza que se haga ejercicio antes de que surjan compromisos o distracciones, por lo que te aseguras completar tu rutina diaria.
Sin embargo, hay algunas desventajas a considerar. Por la mañana, los músculos y articulaciones pueden esta más rígidos, ya que el cuerpo aún no ha alcanzado su temperatura óptima, lo que aumenta el riesgo de lesiones si no se calienta adecuadamente. También, algunas personas pueden sentir que tienen menos energía o fuerza debido a que el cuerpo está despertándose todavia.
–Entrenar por la tarde: La tarde es el momento del día en que la temperatura corporal está más alta, lo que mejora la flexibilidad y reduce el riesgo de lesiones. Además, los niveles de energía suelen ser mayores por que el cuerpo ha tenido tiempo para digerir alimentos y estar más activo, lo que puede mejorar el rendimiento y la resistencia durante el ejercicio.
No obstante, existen algunos puntos en contra respecto al entrenamiento por la tarde. Uno de los inconvenientes es que puede interferir con otras responsabilidades del dia, como el trabajo o compromisos sociales, lo que puede dificultar la consistencia en la rutina. Además, entrenar demasiado tarde podría afectar al sueño, ya que la adrenalina y el aumento de la frecuencia cardíaca pueden dificultar la relajación.
Como conclusión final, podemos afirmar que la tarde es ideal para quienes buscan maximizar su rendimiento físico y tienen mayor flexibilidad en su horario.
-Entrenar por la noche: Aunque haya algunas personas que se sorprendan, entrenar por la noche ofrece varias ventajas. Partiendo de la base de que es el momento del día en el que los músculos están más relajados y los niveles de energía pueden ser óptimos tras haber consumido varias comidas, es ideal para quienes tienen días muy ocupados y quieren liberar el estrés acumulado tras todo el día.
Sin embargo, la mayor desventaja de entrenar por la noche es que puede interferir con el sueño. El aumento de la adrenalina y la actividad física intensa pueden dificultar que el cuerpo se relaje antes de dormir. Además, es posible que después de un día largo se sienta más fatiga mental, lo que podría afectar la motivación para entrenar.
Escucha a tu cuerpo
Ahora que ya hemos comentado las ventajas y desventajas de entrenar en los diferentes momentos del día, está ya en tu mano decidir cuando quieres (o puedes) hacer tu rutina. No obstante, antes de acabar este post, queremos incluir una breve reflexión final sobre este tema, la cual incluso se puede extrapolar a otros aspectos referidos al entrenamiento fisico.
Es muy importante estar bien informados acerca de temas relacionados con el ejercicio físico, ya que tiene un impacto directo sobre nuestra salud. Nosotros redactamos estos post tras haber realizado una investigación lo suficientemente fidedigna como para considerar que toda la información que transmitimos esté contrastada y sea verosimil.
En el caso de este articulo, hemos decidido analizar que momento del día viene mejor para entrenar y ahora ya es decisión de cada uno entrenar por las mañanas, tardes o noches. Además de saber toda la información del post, consideramos que lo principal sigue siendo que escuches a tu cuerpo en todo momento. Nosotros contamos información sacada de investigaciones, pero no tenemos el plan de entrenamiento de todos vosotros ni una ficha personal en la que vengan como influye cada factor a nivel personal. Por ello, aún sabiendo todo lo que hemos comentado a lo largo del post, escucha a tu cuerpo en todo momento, que él mejor que nadie te dirá que momento del día te viene mejor para entrenar.